Cómo afrontar el Alzheimer de un ser querido

El diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer en un ser querido crea una situación crítica en cuantos le rodean y supondrá la necesidad de reorganizar la vida de todos en el próximo futuro. Pero el impacto será definitivo en la persona que se encargue de la coordinación de los cuidados y de tomar las decisiones: el cuidador.

La primera duda que se plantea es ¿se debe comunicar al enfermo? ¿hasta dónde? ¿querrá saberlo todo o acrecentaremos su angustia? Cada persona es un mundo, pero suele ser recomendable que el afectado conozca la situación para que pueda decidir mientras pueda sobre aspectos que le van a afectar directamente. Para muchos enfermos en estadio iniciales de Alzheimer es su momento de hacer su testamento vital o resolver y dejar zanjados sus asuntos económicos antes de que la enfermedad le impida razonar.

Al igual que el enfermo, la familia también ha de prepararse. ¿Quién será el que se encargue del cuidado del padre o madre afectado por el Alzheimer? Hoy por hoy son las mujeres, hijas en casi todos los casos y con una edad media de 60 años, las que se ocupan de la atención diaria y de tomar las decisiones fundamentales para el cuidado del enfermo, lo que obliga a abandonar su propio proyecto vital e implica una profunda transformación de sus relaciones con el entorno.

Será él, el cuidador, el paciente oculto de la enfermedad de Alzheimer. Necesitará también atención, ayuda y consejo para disminuir la gran carga psicológica y física que conlleva los cuidados de un enfermo con Alzheimer.