Cómo mejorar los problemas de lenguaje tras un ictus

La afasia es uno de los efectos secundarios más desafiantes de los accidentes cerebrovasculares o ictus. Este trastorno neurológico dificulta la comprensión y expresión del lenguaje, impactando profundamente en la vida de quienes lo padecen. Aunque la recuperación del lenguaje no siempre es total, existen intervenciones y estrategias que pueden mejorar la comunicación en pacientes con afasia.

¿Qué es la afasia y cómo se relaciona con el ictus?

La afasia es un trastorno que afecta la capacidad de comprender y producir el lenguaje, causado principalmente por lesiones neuronales. En la mayoría de los casos, estas lesiones son consecuencia de un accidente cerebrovascular, también conocido como ictus. En España, se estima que cerca del 80% de las personas con Daño Cerebral Adquirido (DCA) han sufrido un ictus, lo que convierte a este accidente vascular en la causa principal de afasia en el país.

Existen dos tipos principales de ictus:

• Ictus isquémico: Es el más común y ocurre cuando un coágulo bloquea el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro, causando la muerte de neuronas por falta de oxígeno y nutrientes.
• Ictus hemorrágico: Se produce cuando un vaso sanguíneo se rompe y derrama sangre en el cerebro, lo que puede comprimir y dañar el tejido cerebral de manera más destructiva.

Ambos tipos de ictus pueden afectar las áreas del cerebro responsables del lenguaje, lo que lleva a la aparición de afasia.

Las fases de la afasia post-ictus

La afasia atraviesa varias fases que reflejan el proceso de recuperación del cerebro tras el ictus:

• Fase aguda (ingreso en el hospital): Esta fase corresponde a los primeros días tras el ictus, cuando el paciente está bajo cuidados intensivos. Durante este período, áreas cercanas a la zona afectada en el cerebro pueden estar inflamadas o desplazadas. El sistema nervioso comienza a intentar reorganizarse y compensar la lesión, lo que puede ocasionar síntomas graves de problemas de lenguaje.
• Fase semiaguda (primer año tras el alta): En esta fase, el sistema nervioso continúa con su proceso de reorganización y recuperación. Este primer año es crucial, ya que la rehabilitación del lenguaje es más efectiva cuanto más tempranamente se inicia.
• Fase crónica (de un año en adelante): La fase crónica se inicia cuando el cerebro ha terminado de absorber el hematoma y las secuelas de la afasia se estabilizan. En este punto, es posible observar de manera más precisa el grado de afectación en el lenguaje. Sin embargo, esto no significa que no haya posibilidad de mejora: con una terapia adecuada, el cerebro puede adaptarse y crear nuevas conexiones para mejorar los problemas de lenguaje y compensar las habilidades perdidas.

Estrategias de rehabilitación para mejorar el lenguaje

La rehabilitación del lenguaje tras un ictus es fundamental para la mejora de la afasia. Estas son algunas estrategias y recomendaciones para ayudar en este proceso:

a) Contactar con el trabajador social del hospital

Durante la fase hospitalaria, es recomendable contactar con el trabajador social, quien puede orientar al paciente hacia centros de rehabilitación gratuitos. La terapia en estas primeras etapas es esencial para que el cerebro pueda comenzar a reorganizar sus funciones lingüísticas. Además, combinar esta rehabilitación del lenguaje con terapias especializadas puede acelerar notablemente la recuperación.

b) Establecer una guía de comunicación

Es importante que las personas cercanas al afectado adopten una serie de pautas de comunicación, tales como hablar de forma clara y pausada, evitar corregir constantemente al paciente y utilizar gestos o imágenes de apoyo cuando sea necesario. Crear una guía de comunicación adaptada a las necesidades del afectado es esencial para reducir la frustración y favorecer la participación activa en la conversación.

c) Ejercicios de lenguaje en casa

Realizar ejercicios de lenguaje en el hogar puede ser un complemento valioso a la terapia profesional. Algunas recomendaciones incluyen:

• Ejercicios de lectura y escritura: Estos ayudan a mejorar la comprensión y producción del lenguaje escrito.
• Ejercicios de repetición: Pedirle al paciente que repita palabras o frases puede fortalecer la pronunciación y la fluidez.
• Actividades de memoria verbal: Juegos de memoria o asociar palabras con imágenes pueden estimular las áreas relacionadas con el lenguaje.

d) Terapia de grupo y soporte familiar

La afasia puede ser una experiencia solitaria, y el apoyo social es fundamental. Participar en terapias de grupo donde se encuentren con otros pacientes con afasia puede mejorar la confianza en sus habilidades comunicativas. Además, el apoyo y la comprensión de la familia y amigos son clave para el bienestar emocional y el avance en la recuperación.

Mitos comunes sobre la afasia y su recuperación

Existen algunos conceptos erróneos que pueden afectar la percepción del progreso en la rehabilitación del lenguaje. Uno de los mitos más comunes es pensar que, al llegar a la fase crónica, no es posible mejorar. Sin embargo, el cerebro tiene una gran capacidad de adaptación y aprendizaje, conocida como neuroplasticidad. Con una terapia adecuada, es posible mejorar la comunicación incluso en etapas avanzadas.

Apoyo psicológico para pacientes con afasia

La afasia puede tener un fuerte impacto emocional en la persona afectada, llevándola a experimentar frustración, ansiedad o depresión. El acompañamiento psicológico es esencial para que el paciente pueda superar estos retos y adaptarse a su nueva forma de comunicarse. Es importante trabajar en la autoestima y la confianza del paciente, así como en sus habilidades sociales.

Recuperar el lenguaje tras un ictus puede ser un proceso largo y complicado, pero con un enfoque adecuado, apoyo familiar y la guía de profesionales, es posible mejorar significativamente la comunicación. La afasia no tiene que ser una barrera insuperable; con el esfuerzo conjunto de profesionales y seres queridos, las personas afectadas pueden encontrar nuevas maneras de expresarse y continuar con sus vidas.