Cómo tratar el dolor lumbar provocado por un esfuerzo físico

La realización de una modalidad deportiva dada dispone, por motivos obvios, de una serie de ventajas potenciales. Además de mantenernos en forma y disfrutar de un estilo de vida más sano, a la par que activo, seremos capaces de fortalecer y desarrollar un grupo muscular tan importante como es el lumbar, por ejemplo, en un periodo de tiempo no muy elevado. No obstante, las rutinas de entrenamiento también conllevan grandes riesgos para nuestra salud, que se pueden materializar en afecciones tales como el dolor lumbar.

Prevenir el dolor lumbar generado por un esfuerzo físico

Cuando nos disponemos a practicar un deporte que genere un mayor esfuerzo sobre una zona concreta, debemos aislarla correctamente de forma que seamos capaces de evitar la sobrecarga de otra área adyacente, como pueda ser la lumbar en este caso. Así, en lo que respecta a la espalda concretamente, hemos de procurar mantenerla recta constantemente cuando la ejercitamos, especialmente en modalidades deportivas que disponen su desarrollo en entornos cerrados como gimnasios.

El calentamiento previo a la realización de un esfuerzo físico también resulta esencial de cara a evitar el padecimiento de dolor lumbar. De forma general -y más específicamente cuando vayamos a trabajar áreas concretas de nuestro cuerpo como la espalda- puede venirnos bien a este respecto el trabajo cardiovascular moderado ya sea caminando, trotando o montando en bicicleta, en los momentos previos al entrenamiento en sí.

Una vez contraída la lesión -siempre dependiendo de la gravedad de la misma-, el médico normalmente recomendará el tratamiento estándar basado en un reposo no superior a las 72 horas, la ingesta de analgésicos y la visita a un fisioterapeuta. En casos más severos, se tratará la dolencia según el diagnóstico previo que haya realizado el propio facultativo con el objetivo de obtener los resultados más eficientes.