¿Qué es la homeopatía?

La homeopatía se basa en el principio de que lo semejante se cura con lo semejante o lo que es igual: "lo mismo que ha provocado el mal, lo cura".

Lo cierto es que cada vez son más los que corroboran que la homeopatía ayuda a mantener la fuerza vital del organismo: Estimula las reacciones defensivas inmunitarias y los sistemas de regulación nerviosa y actúa a favor del cuerpo y no en contra de los síntomas.

En cuanto a los efectos secundarios, la homeopatía se utiliza desde hace doscientos años y en todo ese tiempo no se ha descrito ningún tipo de efecto tóxico ni iatrogénico con fármacos homeopáticos. Esta gran tolerabilidad es una enorme ventaja frente a las terapias farmacológicas tradicionales (alopatía). Sobre todo en el caso de tratamientos prolongados y preventivos, ya que evitan al paciente cualquier tipo de restricción con respecto al tiempo de tratamiento. Además, los tratamientos homeopáticos no interactúan con otras terapias, por lo que se pueden ser complementarias.

El uso de la homeopatía no es, por tanto, incompatible con la medicina convencional. De hecho, la Organización Médica Colegial ha reconocido la homeopatía como acto médico, que precisa de un diagnóstico previo, de una indicación terapéutica y ser realizada por personal cualificado y en centro sanitarios debidamente autorizados. Por lo tanto, el tratamiento habrá de ser prescrito por médicos y dispensados por farmacéuticos.

En España, al igual que en el resto de países de la Unión Europea, los productos homeopáticos son medicamentos regulados por el Ministerio de Sanidad a través del Real Decreto 2.208/94, de 16 de noviembre de 1994, publicado en el B.O.E. de 28 de noviembre de 1994.