¿Dolor de espalda? Revisa tu suelo pélvico
Numerosos estudios demuestran la estrecha relación que existe entre el suelo pélvico y la espalda. Ambas musculaturas trabajan juntas para realizar muchas de nuestras actividades cotidianas y para estabilizar la columna y la pelvis. Por eso si tienes dolor de espalda, quizá se deba a que tu suelo pélvico está debilitado.
La mayoría de las actividades que realizamos a lo largo del día implican la actividad conjunta de la espalda y el suelo pélvico: mover los brazos o las piernas (estando de pie), mantenerse de pie, cargar un peso, toser, estornudar e incluso respirar. Si nuestro suelo pélvico se debilita podemos tener problemas como dolor de espalda o incontinencia urinaria. Por eso los programas de fortalecimiento de estos músculos son tan importantes.
El suelo pélvico, a pesar de estar constituido por numerosos pequeños músculos, cuando se contrae funciona como una unidad, cerrando y elevando los órganos que se encuentran en el interior de la pelvis (la uretra, la vagina y el recto). Pero también, como se ha demostrado recientemente, ejerce una importante función de cierre de las articulaciones de la pelvis.
Los músculos del suelo pélvico trabajan conjuntamente con la musculatura profunda del abdomen. Este trabajo en equipo permite realizar todas esas acciones cotidianas, que requieren para su desarrollo la correcta estabilidad de la columna y de la pelvis, y un correcto cierre de los esfínteres. Si estas dos condiciones no se producen aumentan los riesgos de problemas de suelo pélvico, como la incontinencia urinaria o el dolor de espalda.
De hecho, estudios recientes han observado que más del 50% de las mujeres con incontinencia urinaria sufren también de dolores de espalda. Los músculos principales que estabilizan la región lumbo-pélvica son los músculos abdominales profundos, el diafragma torácico, los multífidos y el suelo pélvico. Si el suelo pélvico está debilitado falla uno de los elementos de la estabilización lumbo-pélvica, por eso se sugiere que las mujeres que tengan incontinencia urinaria pueden tener más riesgos de sufrir también de dolores de espalda.
Todo ello implica que en la valoración por los especialistas del dolor de espalda es importante tener en cuenta si existen también disfunciones del suelo pélvico. Es muy posible que fortalecer el suelo pélvico ayude en el tratamiento de este problema.
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