¿CÓMO AYUDAR A UN HIJO ANTE UN DIVORCIO?

Cuando vemos que nuestros hijos están afrontando un divorcio nos pueden surgir muchísimos interrogantes. ¿Cómo puedo ayudar? ¿Debo apoyar? ¿Estar encima y preguntarle mucho? ¿Le voy a sobrecargar? ¿Debo aconsejarle, incluso a la hora de buscar un abogado? ¿Cómo puedo hacer para que mi hijo esté bien? Nos puede generar muchísimas de preguntas...

Una de las formas más óptimas de afrontar un divorcio, desde luego, siempre basándonos en que es preferible un acuerdo a meterse en un contencioso y a luchar cada uno con un abogado en un juicio, es la mediación. Por medio de la mediación familiar, que algunos llaman el atrape al divorcio, podemos ayudar a una pareja que se está divorciando a: en primer lugar, que sus hijos lo pasen lo menos mal posible. Es decir que sus hijos afronten la situación recibiendo la información de manera adecuada, sabiendo que va a pasar con ellos, pudiendo participar según su edad y de una manera en la que se consiga , sobre todo y es lo más importante, que se consiga una buena relación y una buena comunicación entre los que han sido pareja, porque aunque dejen de ser pareja, siempre van a seguir siendo familia y cuando ha habido una historia pasada muy difícil, cuando ha habido terceras personas, cuando una de las partes se siente muy culpable con la otra y por tanto cede mucho en un divorcio y luego se arrepiente y quiere cambiar los términos o cuando existe mucha ira o tristeza se acumulan un número de emociones muy alto y de mucha intensidad.

Una mediación permite ahí manejar estas emociones, proporcionar la información legal, proporcionar diferentes opciones, advertir de situaciones que se pueden producir difíciles en el futuro y llegar a acuerdos que sean satisfactorios para todos desde la racionalidad, porque un divorcio es un tipo de duelo, es un tipo de pérdida que incluye pues un proceso emocional muy importante, a veces muy duro y la que un mediador puede ayudar mucho a aportar serenidad, tranquilidad, creatividad y visión de futuro.