Tacrolimus
El tacrolimus es un medicamento que pertenece al grupo de los inmunosupresores, ya que reduce la acción del sistema inmunitario.
¿Qué es?
El tacrolimus es un medicamento que pertenece al grupo de los inmunosupresores, ya que reduce la acción del sistema inmunitario.
El sistema inmunitario es un mecanismo de defensa del organismo frente a sustancias extrañas como órganos transplantados o microorganismos que causan infecciones. El tacrolimus evita y trata el rechazo tras el trasplante de algunos órganos.
¿Para qué se utiliza?
Prevención del rechazo en pacientes trasplantados de hígado o de riñón.
Rechazo de trasplantes de hígado, riñón o corazón cuando falla el tratamiento con otros medicamentos inmunosupresores.
¿Cómo se utiliza?
En España existen comercializadas formas de administración orales (cápsulas) y parenterales (intravenosa). Su forma más habitual de empleo es la administración oral. La dosis adecuada de tacrolimus puede ser diferente para cada paciente. Ésta depende de la edad, de la patología que se desea tratar, del órgano que se haya trasplantado, de la situación del paciente (funcionamiento del hígado) y de la vía de administración. La vía intravenosa se utilizará únicamente en hospitales cuando la situación del paciente no permita la utilización de la vía oral. Se recomienda tomar las cápsulas de tacrolimus acompañadas de un vaso de agua. Si ha sido sometido a trasplante hepático deberá tomarlas con el estómago vacío (1 hora antes o entre 2 y 3 horas después de las comidas).
¿Qué precauciones deben tenerse?
Es importante respetar el horario pautado. Si se le olvida tomar una dosis hágalo tan pronto como sea posible y vuelva a la pauta habitual. Pero si falta poco tiempo para la próxima dosis no la duplique y continúe tomando el medicamento como se le había indicado.
El tacrolimus debe administrarse con especial precaución en caso de padecer alguna de las siguientes enfermedades: diabetes, enfermedades que afecten al hígado y al riñón, gota, niveles de potasio elevados en la sangre e hipertensión arterial.
En caso de presentar confusión, aturdimiento, temblores en las manos o en los pies, debilidad muy acusada, aumento o disminución de la frecuencia cardiaca consulte a su médico inmediatamente.
El tacrolimus puede hacerle más propenso a sufrir infecciones por lo que deberá cuidar la higiene y evitar el contacto con personas que padezcan una infección.
Mientras reciba este medicamento le realizarán de manera periódica análisis de sangre y electrocardiogramas para controlar la eficacia del tratamiento y la posible aparición de efectos adversos. También deberá controlar periódicamente la tensión arterial y la vista.
El tacrolimus no debe administrarse junto con otros medicamentos inmunosupresores a no ser que su médico le indique lo contrario.
Los niños que se encuentren en tratamiento con este medicamento deberán ser sometidos a un estricto control médico.
El tacrolimus puede causar graves problemas en el feto. Las mujeres en edad fértil deberán consultar a su médico acerca de las medidas que deben adoptar.
Evite tomar zumo de pomelo durante el tratamiento ya que podría incrementar la aparición de efectos adversos.
Algunas presentaciones comerciales de tacrolimus contienen lactosa. Se recomienda especial precaución si padece intolerancia a la leche o a la lactosa.
No deje de tomar este medicamento sin consultar antes con su médico.
¿Cuándo no debe utilizarse?
En caso de alergia a tacrolimus. Si experimenta algún tipo de reacción alérgica deje de tomar el medicamento y avise a su médico o farmacéutico inmediatamente.
¿Puede afectar a otros medicamentos?
Algunos medicamentos que interaccionan con tacrolimus son: antibióticos aminoglucósidos (gentamicina, amikacina), claritromicina, danazol, diltiazem, eritromicina, fluconazol, ibuprofeno y rifampicina.
Informe a su médico o farmacéutico de cualquier otro medicamento que esté tomando.
¿Qué problemas pueden producirse con su empleo?
El tacrolimus puede alterar los resultados de algunos análisis en sangre. Por lo que si le van a realizar un análisis de este tipo avise que está recibiendo este medicamento.
Los efectos adversos más frecuentes de tacrolimus son: fiebre, hipertensión, náuseas, dolor abdominal, diarrea, aumento de la glucosa (azúcar) en la sangre, dolor de cabeza, debilidad, anemia, daños en el riñón e insomnio.
Raramente puede producir infecciones urinarias, taquicardia, hemorragia digestiva, caída del cabello, visión borrosa, picores, ansiedad, confusión, depresión, tos, neumonía y sinusitis.
El tacrolimus también puede producir otros efectos adversos. Consulte a su médico si advierte algo anormal.
¿Puede utilizarse durante el embarazo o la lactancia?
No se han realizado estudios adecuados en mujeres embarazadas. En estudios realizados en animales se ha visto que tacrolimus puede producir daños en el feto. Por ello, únicamente se acepta el empleo de este medicamento en embarazadas en el caso de que no exista otra alternativa más segura.
El tacrolimus pasa a la leche materna, y podría producir graves efectos en los niños que se alimentan con lactancia materna. Se recomienda suspender la lactancia durante el tratamiento con este medicamento.
¿Necesita receta médica?
Puede adquirir las cápsulas de tacrolimus en una oficina de farmacia pero requiere una receta hecha por un médico de un hospital. Los viales para inyección por vía intravenosa de tacrolimus sólo pueden obtenerse en el Servicio de Farmacia de un hospital. Este medicamento no está disponible en las Oficinas de Farmacia.
¿Cómo se conserva?
Mantener el medicamento en un lugar fresco, sin humedad, lejos de fuentes de calor y luz directa.
No dejar al alcance de los niños.
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