Aumento de peso durante el confinamiento: recuperar la normalidad
Ahora que la "nueva normalidad" ha comenzado, una buena parte de la población se ha dado cuenta que la inactividad ha supuesto un aumento del peso. A continuación, el Dr. Luis Almagro López, especialista en Nutrición y Dietética, responde a una serie de preguntas al respecto.
Índice
1. He cogido peso, ¿es normal?2. ¿Qué puedo hacer para no engordar más?
3. ¿Qué recomendaría para volver a mi peso ideal? ¿En qué consistirían las medidas?
4. Poco a poco se está recuperando la normalidad, ¿puede ayudarme a recuperar mi peso habitual?
5. ¿Cree usted que este confinamiento ha podido suponer un incremento de otras patologías, si el aumento de peso ha sido generalizado?
He cogido peso, ¿es normal?
Si entendemos por normalidad lo que se hace y debe hacer por norma, yo diría que más que normal, ha sido frecuente, dado que un gran número de personas, efectivamente, ha aumentado de peso.
En mi opinión, habría que diferenciar dos grupos: aquellos que tienen completamente interiorizados y estructurados unos hábitos saludables de comidas y actividad física, y aquellos con otras prioridades que, ante una situación desfavorable como la que vivimos, adoptan una conducta de relajación más o menos extrema sustentada en argumentos equivocados. Son estos últimos los que habrán incrementado más su peso, lógicamente.
¿Qué puedo hacer para no engordar más?
El punto de partida debe ser tener claras las prioridades a este respecto y, sobre la base de las mismas, diseñar estrategias, conductas y automatismos orientados a la consecución del objetivo primordial.
Por otro lado, es necesario ser conscientes de que vivimos con dos enemigos importantes: una disminución del gasto físico y una disponibilidad de alimentos limitada por las circunstancias.
Con estas premisas de partida, mi recomendación se orienta hacia la planificación, el número de comidas, el control de la cantidad y el tipo de alimentos. Recomendamos planificar y organizar los menús y las compras para que los productos disponibles a la hora de cocinar sean acordes a nuestra idea de perder peso.
Asimismo, recomendamos realizar únicamente tres comidas basadas en alimentos saludables y frescos: verduras, frutas, legumbres, pescados, carnes poco grasas, huevos y aceite de oliva. No debemos olvidar controlar muy bien la cantidad de las raciones, independientemente de que se trate de un alimento saludable como las verduras. Si nuestro propósito es adelgazar, es preciso este control. Y, por último, hay que evitar los alimentos (y los modos de preparación) ricos en azúcares y grasas poco saludables
¿Qué recomendaría para volver a mi peso ideal? ¿En qué consistirían las medidas?
Para disminuir de peso, comer saludablemente es clave, pero no suficiente; ese sistema saludable de base debe estar orientado específicamente a adelgazar y, para ello, no hay recetas mágicas ni generales que funcionen a largo plazo. Es conveniente siempre un estudio personalizado que evalúe los posibles motivos del aumento de peso y descarte causas orgánicas. Sobre esa base, se elaborará y estructurará un plan totalmente personalizado con las estrategias adecuadas. Nunca olvidemos que cada caso tiene un enfoque particular.
Poco a poco se está recuperando la normalidad, ¿puede ayudarme a recuperar mi peso habitual?
Es muy probable que sí, siempre y cuando el aumento de peso no sea muy pronunciado y se haya debido al abandono temporal o circunstancial de unos hábitos de vida correctos ya interiorizados previamente. Ahora bien, quiero llamar la atención sobre un aspecto: si durante el periodo de confinamiento se han adquirido determinadas conductas y se han asentado, puede requerir algo más de esfuerzo limar esos comportamientos indeseables. No hemos de olvidar que nuestra conducta alimentaria y los hábitos de vida que tenemos afectan a las reacciones orgánicas y metabólicas.
¿Cree usted que este confinamiento ha podido suponer un incremento de otras patologías, si el aumento de peso ha sido generalizado?
Así es, evidentemente sí. El incremento de peso, un aporte extra de azúcares y grasas perjudiciales y la inactividad física, tienen una influencia muy directa sobre la salud y contribuyen a aumentar el riesgo de enfermar o de agravar patologías preexistentes como diabetes, hipertensión, dislipemias, enfermedades cardiovasculares o digestivas, entre otras. Además, hay que tener en cuenta que algunos estudios realizados parecen mostrar una peor evolución de la COVID-19 en personas obesas.
Por todo ello, ahora más que nunca es importante tomar conciencia de lo importante que es cuidar los hábitos saludables, asesorarse bien y ponerse manos a la obra. Nuestra salud está en juego.
DR. LUIS ALMAGRO LÓPEZ
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