Tipos de terapias complementarias y alternativas

Las terapias alternativas se clasifican:

• Sistemas médicos integrales
Se trata de sistemas de tratamientos con su propia teoría y práctica. Un ejemplo podría ser la homeopatía, que busca estimular la capacidad del cuerpo para curarse a si mismo mediante dosis muy pequeñas de sustancias que, en dosis mayores, producirían enfermedades, o la naturopatía. Otro ejemplo sería la medicina china, basada en el concepto de "chi" (o energía vital) equilibrado, que se cree recorre el cuerpo de la persona. En esta categoría se incluiría también el Ayurveda, un sistema médico integral que se originó en la India y cuyo objetivo es integrar el cuerpo, la mente y el espíritu para prevenir y tratar enfermedades.

• Terapias de Mente-Cuerpo
Estas prácticas pretenden la interacción entre la mente, el cuerpo y el comportamiento para promover la salud. Serían ejemplos la meditación y el yoga.

• Terapias biológicas
Son aquellas que emplean sustancias naturales, como hierbas, flores, cortezas, semillas, aromas, raíces para mejorar la salud. En esta categoría se encuadrarían la fitoterapia, por ejemplo.

• Métodos de manipulación del cuerpo
Son prácticas basadas en el movimiento de una o más partes del cuerpo. Un ejemplo sería la quiropráctica o la osteopatía, una forma de medicina convencional que utiliza la manipulación del cuerpo para aliviar el dolor, restaurar funciones y promover la salud y el bienestar.

• Terapias de energía
Son aquellas que utilizan campos de energía para la mejora de la salud. Se encuadran en esta categoría la Magnetoterapia y el Reiki. Se dividen en dos tipos:
1. Terapias del biocampo. Actúan sobre los campos de energía que supuestamente rodean y penetran el cuerpo humano, como ocurre por ejemplo con el Qi gong.

2. Terapias bioelectromagnéticas. Implican el uso no convencional de campos electromagnéticos.