Tratamiento de hidroterapia
El agua es para el hombre más que un elemento imprescindible para la supervivencia.
La hidroterapia aporta importantes beneficios para la salud y para el bienestar físico y emocional. Su uso medicinal se remonta a la antigüedad, aunque es a partir del siglo XIX cuando comenzó a popularizarse para el alivio y curación de determinadas patologías.
Desde entonces, la hidroterapia ha ido ganando adeptos y cada vez son más los que deciden aprovechar los beneficios terapéuticos del agua en sus múltiples y variadas posibilidades. ¿Cómo? De dos formas:
1. A través de la piel
El efecto térmico producido por las aplicaciones de agua, de forma local o general, provoca una serie de respuestas de los sistemas sanguíneos y nerviosos que pueden ser aprovechadas para el tratamiento y/o prevención de múltiples dolencias. Todo estímulo térmico sobre la piel provoca una respuesta local en la circulación sanguínea superficial, y por vía refleja, a través del sistema nervioso una respuesta más profunda a nivel de músculos, vísceras y circulación general en todo el cuerpo. Estos cambios favorecen el buen funcionamiento y capacidad de recuperación de nuestro organismo.
2. Mediante el consumo de aguas medicinales.
El agua minero-medicinal actúa como un medicamento. Al beberla, se filtran las sustancias minerales, lo que provoca beneficios distintas sintomatologías.
La hidroterapia es una valiosa herramienta para el tratamiento de traumatismos, reumatismos, digestivos, respiratorios o neurológicos.
Artículo recomendado
Buscador gratuito de residencias
Encuentra la residencia que encaja con tus necesidades. Puedes filtrar por preferencias, ver los servicios y fotos de cada centro e incluso contactar...
Comentarios