¿Cuáles son los síntomas y tratamiento de la psoriasis?

La psoriasis es una frecuente enfermedad inflamatoria de la piel, en la que la sustitución de las capas superficiales de la piel se realiza a velocidad anormal, lo que supone acumulación de tejido e inflamación de ese tejido y del subyacente. Aunque es crónica (no se cura), cursa en brotes agudos (que se controlan: a veces hasta sin medicación). Es típica en personas de raza blanca y se inicia típicamente en dos picos de edad: a los 20 años y a los 50 años (cuando comienza más tarde tiene mejor pronóstico). La afectación es variable. Existe un espectro de afectaciones que va desde la dermatitis atópica a las lesiones más amplias de casi todo el cuepo.

La causa de la psoriasis es desconocida, pero influyen factores genéticos. Existen unos factores que desencadenan las lesiones agudas como los traumatismos, el estrés, la exposición solar intensa (aunque la moderada mejora la enfermedad), las infecciones o la ingesta de determinados medicamentos.

El diagnóstico de la psoriasis se realiza mediante la observación por un médico especialista. En raras ocasiones, es necesario realizar pruebas adicionales como la biopsia de una lesión.

Aunque existen distintas formas de expresión, las lesiones características de la psoriasis son rosáceas, con escamas que se desprenden al rascarse, bien delimitadas y de forma variable.

Un detalle importante respecto a la psoriasis es que en ocasiones, se asocia con inflamación articular. A esta enfermedad la llamamos artritis psoriásica y se caracteriza por dolor de predominio matutino que disminuye con la actividad en las articulaciones en personas que además pueden tener lesiones cutáneas.

El tratamiento de la psoriasis consiste en pomadas de medicamento en las lesiones o fármacos orales en función de la gravedad de la enfermedad, pero siempre debe existir un diagnóstico médico y una indicación médica para el tratamiento.