Beneficios de la fisioterapia para personas mayores

Según vamos cumpliendo años nuestro cuerpo empieza a envejecer. Nuestros tejidos comienzan un proceso de degeneración en el que, entre otras cosas, la musculatura comienza a atrofiarse.

Incluso, personas que han estado perfectamente sanas durante su juventud y con una vida muy activa, empiezan a padecer molestias fruto de algunas pequeñas lesiones anteriores o de malas posturas adoptadas durante años. Este tipo de dolencias que, cuando éramos más jóvenes no tenían mucha importancia, ahora empiezan a molestarnos y pueden llegar a impedirnos llevar nuestra vida cotidiana con normalidad.

A partir de los 50 años empiezan a surgir esos famosos "achaques" propios de la edad. Y que, según vamos avanzando en edad, comienzan a complicarnos la vida restándonos movimiento y agilidad física.

Esa falta de movilidad y una mayor torpeza en nuestros movimientos, además de la posibilidad de tener dolor, provocan que nos volvamos más inseguros y que seamos más propensos a tener accidentes o caídas que conllevan traumatismos más severos.

La prolongación de la esperanza de vida ha hecho que la mayoría de nosotros lleguemos a cumplir muchos años, pero sin una buena salud física y mental, esa longevidad puede hacerse una carga muy pesada.

Por otro lado, según vamos haciéndonos mayores, tendemos hacia un mayor sedentarismo. Empezamos a dejar de salir y realizar actividades físicas, por lo que nuestros tejidos empiezan a decaer más rápidamente. La falta de ejercicios físico hace que nuestra musculatura de empiece a atrofiar y perdamos agilidad.

La fisioterapia nos da la oportunidad de mejorar nuestra forma física y psicológica y nos anima a tener unos hábitos de vida más activos. Conoce todos los beneficios de la fisioterapia para personas mayores.

¿En qué consiste la fisioterapia?

Como hemos dicho, la fisioterapia es un método curativo para lesiones físicas en la que se aplican agentes como luz, calor, radiaciones luminosas, rayos X, y ejercicios físicos de estiramientos o masoterapia.

El objetivo es mejorar, rehabilitar y tratar síntomas de distintas patologías para que el paciente pueda recuperar la función y movilidad al máximo.

¿Cuál es el proceso que sigue una terapia de fisioterapia?

Lo primero es realizar un examen físico de cada persona para determinar su estado y sus problemas y generar un diagnóstico.

Si existe algún tipo de dolencia o enfermedad se podrían pedir resultados analíticos, las últimas radiografías, tomografías o las resonancias magnéticas realizadas.

A continuación, se realiza un plan de tratamiento acorde a cada dolencia, o para mejorar la movilidad del paciente en general.

Este tratamiento es continuado durante un tiempo estipulado en el que el fisioterapeuta prescribirá un tipo de ejercicios, masajes manuales, estiramientos dirigidos, o el uso de algún tipo de herramientas como son agentes electrofísicos como la electricidad, las ondas sonoras, la radiación, o los contrastes de calor y frío, con el objetivo es mejorar la movilidad del miembro tratado.

En los casos de prevención se trabajan ejercicios para impedir la pérdida de movilidad y para concienciar sobre la importancia de llevar una vida más activa y saludable.

¿Cómo puede ayudar la fisioterapia a las personas mayores?

Aunque en muchas ocasiones la fisioterapia se utiliza en el caso de lesiones, existe un tipo de fisioterapia llamada "geriátrica" que está especializada en mitigar las dolencias propias de la edad.

La fisioterapia geriátrica trabaja sobre todo la prevención y trata las patologías específicas de las personas mayores.

El envejecimiento físico puede conllevar agarrotamiento en las articulaciones y molestias musculares que pueden mejorar considerablemente a través de la fisioterapia geriátrica. Pero, no solo se trata de aliviar, sino también de prevenir todas las enfermedades propias del envejecimiento físico y así conseguir mejorar la movilidad y que podamos tener durante más tiempo autonomía.

Los tratamientos son muy sencillos y se realizan a través del uso de algunos instrumentos como las mancuernas, las bandas elásticas, el uso del calor, los ultrasonidos, masajes...

Beneficios de la fisioterapia para las personas mayores

1.- Ayuda a mejorar nuestra calidad de vida. La fisioterapia en las personas mayores anima a tener una mayor movilidad y un envejecimiento más activo. Esto tiene unas consecuencias físicas muy positivas como son la prevención de posibles lesiones y un retraso de la degeneración muscular. Por tanto, también aumenta nuestros años de autonomía.

2.- Mejora la elasticidad y la fuerza muscular perdida provocada por el envejecimiento.

3.- Ayuda al equilibro, la coordinación y mejora las funciones motoras, reduciendo la posibilidad de sufrir caídas.

4.- Mantiene en buen estado las articulaciones y ayuda a recuperar la movilidad de los músculos atrofiados.

5.- Ayuda a detectar las posibles causas de algunos dolores secundarios y de dudosa procedencia.

6.- Retrasa la aparición de los problemas cardiovasculares y algunas enfermedades relacionadas con la falta de actividad física y el sobre peso, como es la diabetes.

7.- Mejora de la autoestima al sentirnos más seguros con nuestros cuerpo y menos torpes de movimientos. Además, nos empuja a relacionarnos socialmente, lo que contribuye a evitar la soledad no deseada, la depresión y a subir el ánimo.

8.- Mejora las funciones respiratorias y digestivas, así como ayuda a controlar el exceso de peso.

9.- Ayuda en la rehabilitación y a reducir el dolor de algunas enfermedades como la artritis, la artrosis, o los dolores de espalda.

10.- Es especialmente recomendable para personas que pasen mucho tiempo tumbados en la cama, ya que se realizan movilizaciones para evitar las úlceras y el atrofiamiento muscular del cuerpo.

11.- Evita la ansiedad y el estrés provocado por la falta de movilidad y una vida sedentaria.

12.- Mejora la calidad del sueño y nos hace tener más energía.

Ponernos en manos de un fisioterapeuta geriátrico es una buena idea a partir de cierta edad, ya que puede solucionarnos muchos problemas físicos. Sin embargo, si sufrimos dolores crónicos y continuos, siempre es recomendable acudir a un médico previamente para descartar otro tipo de problemas no tratables en la fisioterapia geriátrica.