¿Cómo se trata la enfermedad de Ménière?

Existen formas de controlar los síntomas que provoca la enfermedad de Ménière. Algunos médicos recomiendan un cambio de dieta, porque eliminar la cafeína, el alcohol y la sal puede aliviar la frecuencia y la intensidad de los ataques. Los medicamentos que se usan para controlar alergias, reducir la retención de líquidos o para mejorar la circulación de la sangre también pueden ayudar.

Si estas terapias no dan resultados, hay que recurrir a la cirugía. En algunas ocasiones el problema se soluciona inyectando directamente en el oído medio un antibiótico llamado gentamicina.

Una operación efectiva es llamada neurectomía vestíbular o sección del nervio vestibular. Implica el corte del nervio vestibular para evitar el envío de mensajes distorsionados al cerebro. No obstante, el nervio que afecta el balance se encuentra muy cerca de los nervios auditivos y faciales. Por lo tanto, este tipo de cirugía aumenta el riesgo de perder la audición o el control de los músculos faciales del paciente. Además, las personas de edad avanzada a menudo tienen dificultades para recuperarse de este tipo de intervención.

La laberintectomía es un procedimiento irreversible que consiste en extirpar el laberinto membranoso y a menudo resulta efectivo en la eliminación de los mareos asociados con la enfermedad de Ménière. Sin embargo, este procedimiento provoca la pérdida total de audición en el oído operado.