Desfibrilador implantable
El desfibrilador implantable es un dispositivo que permite el tratamiento de los pacientes que padecen o tienen riesgo de padecer arritmias ventriculares graves.
¿Qué es el desfibrilador implantable?
El desfibrilador implantable es un dispositivo que permite el tratamiento de los pacientes que padecen o tienen riesgo de padecer arritmias ventriculares graves.
¿Cuáles son sus indicaciones?
Las indicaciones del desfibrilador implantable están en continua evolución. De manera general, se indica a pacientes que han padecido algún episodio de parada cardíaca debido a arritmias ventriculares graves (taquicardia ventricular o fibrilación ventricular) o bien a algunos subgrupos de pacientes que, aunque nunca han experimentado estas arritmias, están en riesgo de padecerlas.
¿Cómo actúa un desfibrilador?
El desfibrilador actúa controlando el ritmo cardíaco de manera permanente. Cuando detecta la presencia de una arritmia es capaz de aplicar diferentes modalidades de tratamiento mediante impulsos eléctricos para suprimirla. Dependiendo de la gravedad de la arritmia el desfibrilador puede aplicar de manera automática tratamientos más suaves (estimulación antitaquicardia) o bien más radicales (cardioversión mediante choque eléctrico), que ocasionalmente pueden ser percibidos por el paciente.
En ocasiones el desfibrilador se asocia a la terapia de resincronización cardiaca, mejorando así la insuficiencia cardiaca que en ocasiones también padece el paciente.
¿Cómo se coloca el desfibrilador?
El procedimiento del implante generalmente se realiza bajo anestesia local durante casi todo el procedimiento excepto durante unos pocos minutos durante los cuales se comprueba el correcto funcionamiento del aparato, momento en el que se aplica una sedación general. Durante el implante se colocan, a través de la vena subclavia, uno o varios electrodos en el interior de las cavidades cardíacas. Estos electrodos quedarán alojados permanentemente en su localización definitiva, conectados al desfibrilador que a su vez se implanta debajo de la piel en la región infraclavicular derecha. La recuperación de la intervención es rápida y permite el alta hospitalaria en dos o tres días. Cuando se agotan las baterías, aproximadamente cada seis años, es necesario sustituir el desfibrilador.
¿Puede llevar una vida normal?
Los pacientes que llevan un desfibrilador implantable pueden hacer una vida prácticamente normal. Únicamente deben seguir revisiones específicas cada tres o seis meses y seguir una pocas precauciones que les serán comunicadas por sus médicos.
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