La importancia de la rutina durante la jubilación

Vivimos a un ritmo frenético con la agenda repleta de rutinas, compromisos y obligaciones. Rara vez tenemos tiempo para sorpresas y en nuestros ratos de descanso sentimos cierta culpabilidad por no hacer nada de provecho. Todo este ajetreo se acaba (o debería acabarse) cuando llega la jubilación. ¿Acaso no es un sueño? Cuidado, porque no es oro todo lo que reluce. Te descubrimos los beneficios de la rutina para disfrutar más de tu jubilación.

Los beneficios de la rutina en la jubilación

Adiós a la tiranía del despertador, adiós al ritmo acelerado, adiós a ciertas obligaciones, porque ya estás jubilado. Adiós también a la incertidumbre económica porque ahora tienes una pensión de jubilación que vas a cobrar sí o sí todos los meses. Adiós a tu jefe. Puedes levantare cuando quieras, puedes quedare hasta tarde viendo una película o puedes no hacer nada, que también es una actividad de lo más placentera después de toda una vida de estrés y prisas.

Parece un sueño, pero puede convertirse en una pesadilla. Si no, que les pregunten a esos jubilados que, sin poder creérselo del todo, sufren los estragos de la soledad y de la depresión. Y es que la tan denostada rutina tiene sus beneficios, siempre y cuando se use con moderación. No te pedimos que el día después de tu jubilación planifiques tu día al minuto y te llenes de obligaciones, porque nadie más que tú tiene derecho a ese merecido descanso.

Lo que sí proponemos es que no alargues demasiado tiempo la desidia. Tener obligaciones y rutinas diarias puede ayudarte a disfrutar más de la jubilación. Obligaciones, rutinas y actividades, llámalo como quieras, que enriquezcan tu vida. No descuides tu vida social por estar jubilado; no descuides tu salud por estar jubilado. Un poco de ejercicio físico, una alimentación saludable y una vida social activa son la mejor garantía de un envejecimiento feliz.

Las posibilidades son muchas. Desde apuntarte a clases o talleres hasta recuperar tus aficiones de juventud para las que no has tenido tiempo. Por no hablar del cuidado de los nietos, por ejemplo, o de los viajes para jubilados. Ahora que estás jubilado, las rutinas las eliges tú, las actividades y los compromisos los eliges tú. Y lo mejor de todo...es que te las puedes saltar cuando quieras.