¿Qué es la jubilación activa para autónomos?

¿Qué es la jubilación activa para autónomos?

¿Sabías que puedes seguir trabajando y cobrar tu pensión al mismo tiempo? La jubilación activa para autónomos está revolucionando el retiro en España, ofreciendo libertad financiera y continuidad laboral. Descubre cómo beneficiarte de esta modalidad y prolongar tu carrera profesional. Conoce las claves ocultas hoy.

¿Te imaginas poder disfrutar de tu pensión sin dejar de ejercer tu profesión? La jubilación activa para autónomos es la modalidad que permite, precisamente, combinar el cobro de la pensión con la continuidad de tu actividad laboral. Pero, ¿Cuáles son las ventajas, los requisitos y, por qué está ganando tanta popularidad?

¿En qué consiste la jubilación activa para autónomos?

La jubilación activa para autónomos es un modelo que, bajo determinadas condiciones, permite a un autónomo mantenerse en el mercado laboral mientras cobra parte o, en ocasiones, la totalidad de su pensión. Así, se establece un doble beneficio: el profesional continúa generando ingresos por su trabajo y, a la vez, percibe una pensión de jubilación.

Para que esto sea posible, la legislación española, concretamente la Ley General de la Seguridad Social, introdujo la posibilidad de compatibilizar el desempeño de una actividad remunerada con el cobro de la pensión. Aunque la jubilación activa no se limita exclusivamente a los autónomos -pues también está abierta a trabajadores por cuenta ajena-, suele presentar particularidades muy atractivas para quienes trabajan por cuenta propia.

El mecanismo más habitual consiste en el cobro del 50% de la pensión reconocida, siempre que se cumplan los requisitos de edad y cotización. Sin embargo, hay un escenario especialmente ventajoso: si el autónomo tiene al menos un trabajador contratado, se puede llegar a percibir el 100% de la prestación. Este modelo persigue fomentar la contratación y mantener la actividad empresarial incluso después de la edad legal de jubilación, contribuyendo al dinamismo económico y al relevo generacional en los negocios.

2. Requisitos y condiciones de acceso

Para disfrutar de la jubilación activa, no basta con haber alcanzado la edad de jubilación. Es imprescindible cumplir unos requisitos muy concretos:

  1. Edad de jubilación ordinaria cumplida
    El primer requisito es haber cumplido la edad ordinaria de jubilación. En 2023, esta edad es de 66 años si no se han completado al menos 36 años y medio de cotización. Para quienes sí hayan alcanzado esa cifra, la edad de jubilación puede reducirse ligeramente. A partir de 2027, la edad legal irá aumentando progresivamente hasta los 67 años, siempre sujeta al número de años cotizados.
  2. 100% de la base reguladora
    El autónomo debe tener derecho al 100% de su base reguladora de la pensión. Esto significa haber cotizado los años suficientes para no ver reducida la cuantía de la prestación. En términos generales, se exigen entre 36 y 37 años de cotización, dependiendo del año de nacimiento y del calendario progresivo establecido por ley.
  3. No haber optado por la jubilación anticipada
    Aquellos autónomos que se jubilaron antes de la edad ordinaria no pueden acceder a la jubilación activa. Esta prohibición se justifica en que la jubilación anticipada implicó ciertas reducciones en la pensión que no son compatibles con el cobro simultáneo de salario y prestación.
  4. Alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA)
    El autónomo que desee acogerse a la jubilación activa debe tramitar su alta en el RETA si va a realizar una actividad por cuenta propia que supere los mínimos exentos (por ejemplo, ingresos anuales superiores al Salario Mínimo Interprofesional). Aun así, existen supuestos de actividades esporádicas o de baja remuneración en los que no es necesario volver a darse de alta, siempre que los ingresos no rebasen el SMI.
  5. Autónomos societarios y mutualistas
    Por lo general, la jubilación activa se dirige fundamentalmente a autónomos personas físicas. Los autónomos societarios, vinculados a sociedades mercantiles, podrían encontrar obstáculos legales para acogerse a esta modalidad. Por otro lado, los profesionales colegiados adscritos a mutualidades de previsión social (por ejemplo, abogados o arquitectos) pueden, en muchos casos, beneficiarse de la jubilación activa según las normas específicas de sus mutuas.

3. Ventajas económicas y laborales

La jubilación activa ofrece un abanico de beneficios a aquellos autónomos que optan por prolongar su vida laboral:

  • Ingreso complementario: Percibir parte de la pensión de jubilación y, al mismo tiempo, mantener ingresos provenientes de la actividad profesional aporta una mayor holgura económica. Para muchos, la pensión resulta insuficiente para cubrir todos los gastos o continuar con su estilo de vida, por lo que esta modalidad supone un alivio financiero.
  • Mantenimiento de la red de clientes: Aquellos negocios con clientela consolidada pueden seguir atendiendo a sus clientes habituales, manteniendo viva la cartera y la reputación del profesional. De esa forma, se evitan los efectos negativos que supondría un cierre abrupto de la actividad.
  • Fomento de la contratación: Como ya se ha comentado, existe un fuerte incentivo para quienes contraten al menos a un trabajador: cobrar el 100% de la pensión. De esta manera, se potencia la creación de empleo y la formación de nuevos profesionales que puedan heredar o continuar el negocio en el futuro.
  • Flexibilidad y experiencia: La jubilación activa abre la posibilidad de trabajar a tiempo parcial o con horarios reducidos, ofreciendo una transición más suave hacia la jubilación total. Además, la experiencia acumulada por el profesional puede servir para formar a las nuevas generaciones, facilitando el relevo generacional.
  • Desarrollo personal y profesional: Para muchos, jubilarse no significa dejar de sentirse útiles. Continuar con la actividad profesional permite mantenerse actualizado, motivado y en contacto con el sector. Incluso puede servir para explorar nuevos proyectos o dedicarse a áreas menos exigentes que antes, sin perder la vinculación con el mundo laboral.

4. ¿Cómo tramitar la jubilación activa?

El proceso para solicitar la jubilación activa no difiere excesivamente de la solicitud de una jubilación ordinaria. Sin embargo, requiere prestar especial atención a algunos pasos:

  1. Solicita tu pensión ordinaria
    El primer paso es tramitar la pensión de jubilación en la Seguridad Social, acreditando el total de años cotizados y cumpliendo la edad establecida por ley. Una vez reconocida la prestación, se determina el porcentaje de la pensión al que se tiene derecho.
  2. Notifica tu voluntad de acogerte a la jubilación activa
    Al realizar el trámite o una vez que ya se tiene la resolución de la pensión, el autónomo debe comunicar su intención de compatibilizar la jubilación con el ejercicio de la actividad. Esta información se facilita a la Seguridad Social y, de ser necesario, se formaliza el alta en el RETA.
  3. Da de alta (o mantén el alta) en el RETA
    En función de la actividad que se pretenda realizar y de sus ingresos, se deberá seguir cotizando a la Seguridad Social, aunque con unas cuotas reducidas en la mayoría de los casos. Existen supuestos en los que, si los ingresos no superan el SMI anual, no es obligatorio el alta en el RETA. En este punto, lo mejor es consultar con un asesor o gestoría especializada que pueda indicar cuál es la mejor vía para cada caso particular.
  4. Presenta la documentación requerida
    Puede que te soliciten ciertos documentos adicionales, como justificantes de la contratación de un trabajador (si deseas percibir el 100% de la pensión) o informes sobre la naturaleza de la actividad. Mantener un buen orden documental es clave para evitar retrasos o problemas en el proceso.

5. Alternativas a la jubilación activa

Aunque la jubilación activa ofrece grandes ventajas, no es la única opción para aquellos autónomos que deseen seguir generando ingresos tras la jubilación:

  • Trabajos esporádicos o por cuenta ajena: La legislación contempla la posibilidad de realizar actividades puntuales que no superen el límite del SMI sin necesidad de alta como autónomo. Esto resulta útil para quienes desean mantener una presencia muy reducida en el mercado laboral.
  • Jubilación parcial: Aunque más frecuente en el ámbito de los asalariados, la jubilación parcial consiste en reducir la jornada laboral de manera proporcional al cobro de la pensión. En los autónomos, esta figura presenta más restricciones, pero puede ser otra vía para graduar el paso al retiro.
  • Voluntariado o asesoramiento sin ánimo de lucro: Aquellos que simplemente quieran mantenerse activos sin buscar una contraprestación económica tienen la opción de dedicarse al voluntariado o a tareas de consultoría no remunerada. Es una excelente manera de compartir la experiencia adquirida y de continuar sintiéndose útiles, sin las obligaciones fiscales y burocráticas del trabajo remunerado.

6. Claves para decidir si te conviene la jubilación activa

Tomar la decisión de acogerse a la jubilación activa depende de circunstancias personales, económicas y profesionales. Algunas preguntas clave a la hora de planteárselo son:

  • ¿Necesito ingresos adicionales para mantener mi nivel de vida?

    Si la pensión que percibirás no es suficiente para cubrir tus gastos o aspiraciones futuras, la jubilación activa puede ser la solución.
  • ¿Estoy dispuesto a seguir asumiendo ciertas obligaciones fiscales y de cotización?

    Aunque con cuotas reducidas, acogerme a la jubilación activa implica ciertos trámites y responsabilidades. Hay que valorar si compensa en función de la facturación prevista.
  • ¿Qué ocurre con mis clientes o mi negocio si me jubilo por completo?

    Cuando el profesional tiene una clientela o un proyecto consolidado, prolongar la vida de este puede reportar grandes satisfacciones, además de ingresos.
  • ¿Tengo trabajadores a mi cargo o estoy dispuesto a contratar?

    Disponer de al menos un empleado es un requisito para acceder al 100% de la pensión, una ventaja muy significativa para muchos autónomos.

La jubilación activa para autónomos se perfila como una alternativa muy interesante para aquellos que no desean dar por cerrada su etapa laboral al cumplir la edad reglamentaria. Ofrece la posibilidad de continuar desarrollando una actividad, a tiempo completo o parcial, mientras se percibe hasta el 100% de la pensión de jubilación si se cumplen ciertos requisitos.

Si te interesa esta fórmula, lo mejor es que consultes el portal de la Seguridad Social y, en caso de duda, contactes con un profesional especializado. De esta manera, podrás valorar detalladamente si la jubilación activa se adapta a tus necesidades, y asegurarte de que tu nueva etapa laboral sea tan fructífera como las anteriores.

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