Ayudar a recordar: actividades para enfermos con alzhéimer en el domicilio

Ayudar a recordar: actividades para enfermos con alzhéimer en el domicilio

¿Qué es el alzhéimer? Fases de la enfermedad de Alzheimer y ctividades para pacientes con enfermedad de Alzheimer en el domicilio.

¿Qué es el alzhéimer?

De entre todas las demencias conocidas en la tercera edad, la más conocida y estudiada es la enfermedad de Alzheimer, cuya causa para padecerla es desconocida. Hasta el día de hoy se especula que, sobre una base genética de predisposición a padecerla, actúan también una serie de factores que a día de hoy son desconocidos, tales como infecciones, procesos degenerativos de la edad, hábitos de vida, estatus social, alimentación..., produciendo así una serie de cambios en las neuronas que conllevan a la muerte neuronal, a una atrofia progresiva del cerebro y a un deterioro consiguiente en las diferentes funciones cerebrales (memoria, orientación, cálculo, juicio, lenguaje, etc). Naturalmente, nunca actúa del mismo modo en todos los casos diagnosticados.

Fases de la enfermedad de Alzheimer

Cada caso es único, pero sí que existe una clasificación básica y general que se compone de tres fases:

- Fase Inicial o Leve.

- Fase Media o Moderada.

- Fase Grave o Profunda.

Como hemos mencionado anteriormente (y esto es importante conocerlo), el paso por estas fases no es el mismo en todos los casos, pudiendo dar lugar así, por ejemplo, a que un paciente se mantenga durante años en la fase inicial sin tener apenas cambios frente a un mismo paciente que pasa de la fase inicial a la profunda en cuestión de meses. En cualquiera de los casos, el paso por estas etapas también estará condicionado por la velocidad de diagnóstico, así como por el tratamiento, los programas que se desarrollen en ellos y los hábitos de vida que se adapten tanto a nivel familiar como social.

Actividades para pacientes con enfermedad de Alzheimer en el domicilio

Primer paso: ¿por dónde comenzar?

Cuando hablamos sobre la enfermedad de Alzheimer y sobre cuál va a ser su abordaje terapéutico, es importante ser preciso con la información, ya que es muy fácil irse por las ramas y no llegar a unas conclusiones precisas y eficaces. Por ello, es muy importante que antes de proponer cualquier actividad se realice una breve investigación sobre el paciente:

- Su entorno (teniendo en cuenta que las actividades se realizarán en su propio domicilio).

- Con qué apoyo familiar cuenta (¿vive solo o acompañado por un familiar o un asistente social?).

- Cuál es su estatus social (¿soltero, casado, viudo? ¿Clase social?).

- Su nivel académico (formación, profesión ejercida...).

- Sus rutinas.

- Sus gustos, etc.

Una vez se obtiene esa información, y una vez también se conocen las habilidades y limitaciones que presenta, así como la fase en que se encuentra actualmente, es entonces cuando ya se pueden proponer las actividades, las cuales abarcarán todos los campos posibles de acuerdo también a las propias necesidades inmediatas del paciente. En este sentido, no va a ser igual las intervenciones que se realicen en pacientes en fase inicial que en fase profunda, pero sí va a ver un objetivo común que aparecerá en cualquier actividad sin importar la fase ni nada de lo mencionado anteriormente. Y ese objetivo es ralentizar en la medida posible el avance de la enfermedad de Alzheimer.

Si este objetivo se tiene claro, podemos continuar con la propuesta de actividades.

Segundo paso: ¿qué actividades podemos realizar en el domicilio?

Puesto que las actividades se realizarán en el domicilio del paciente, otro objetivo también va a ser que las realice con la mayor rutina posible. Y para intentar abarcar todos los campos posibles, desde aquí proponemos las siguientes actividades:

1) Normalmente, la mejor forma de empezar a trabajar en el domicilio es enfocándonos en sus actividades diarias y en sus rutinas, tales como aseo, vestido, alimentación, etc. Por ello, siempre hay que intentar que el paciente realice todas estas actividades con la máxima independencia posible y evitar caer en el error de "hacérselo", ya que esto solamente hará que su deterioro avance más rápido. No importa el tiempo que necesite. Lo importante es que lo haga solo en la medida de lo posible. Y si por alguna razón necesita alguna ayuda, siempre se puede recurrir a una adaptación o ayuda visual, tales como el uso de pictogramas, indicaciones visuales, ayudas técnicas, etc. Eso sí, siempre hay que intentar que se mantenga en su entorno habitual y que sean rutinas a las que él esté acostumbrado y que apenas haya cambios. De esta forma, reduciremos además la aparición de episodios de agresividad.     

2) En cuanto a la estimulación cognitiva, y dependiendo de la fase en la que se encuentre, siempre es bueno que realice actividades y juegos relacionados con la memoria, que pueden ser desde juegos de mesa, sopas de letra y sudokus, hasta aplicaciones digitales pensados para pacientes con enfermedad de Alzheimer, tipo Fit Brains, Skillz y NeuroNAtion. Además de esto, puede realizar ejercicios como escribir un diario, visualizar un álbum de fotos o leer periódicos. IMPORTANTE: Hay que conocer cuáles fueron los gustos pasados del paciente. Si, por ejemplo, al paciente le gustaba jugar al ajedrez, entonces que juegue a ello. Pero por favor, NUNCA hay que ponerle actividades que le puedan suponer una degradación personal, como por ejemplo, pedirle que haga un puzzle de Bambi. En este sentido, hay que echar mano de la creatividad, y buscar actividades y juegos que vayan acorde a sus gustos y desde el respeto. Y en el caso de que el paciente no tenga discernimiento para elegir, siempre buscar algo acorde a su persona y a sus gustos pasados. Y por supuesto, que la realización de estas actividades las realice como un hábito diario.

3) Además de lo mencionado anteriormente, también es importante que el paciente realice actividades relacionadas con el ejercicio físico. Si el paciente ya estaba acostumbrado a realizar alguna actividad física, entonces debe mantenerlo y realizarlo como una rutina diaria. Si por el contrario, no tenía costumbre de hacerlo, entonces se le propondrá que realice ejercicios diarios de acuerdo a sus gustos y capacidades, ya que cuanto más sedentarismo haga, más avanzará la enfermedad de Alzheimer. Algunos de estos ejercicios pueden ser desde subir y bajar escaleras hasta realizar una tabla de ejercicios de gimnasia. Eso sí, remarco de nuevo que todo lo que se haga tenga un objetivo que sea significativo para el paciente. Por ejemplo, si queremos que el paciente suba y baje escaleras, podemos proponerle que colabore en las tareas del hogar pidiéndole que traiga o busque objetos que le hagan tener que desplazarse. De esta forma, nosotros lograremos que se mueva, y al mismo tiempo, el paciente se sentirá satisfecho por haber colaborado.

Siempre hay que intentar resarcir al paciente, ya que una buena autoestima puede hacer que la enfermedad de Alzheimer avance más despacio.   

Tercer Paso: no frustrarse

Tal y como he mencionado anteriormente, el objetivo de las actividades es que la enfermedad de Alzheimer avance lo más lentamente posible. No va a hacer que se cure, y por lo tanto, no hay que caer en la frustración, sino hacer todo lo que humanamente sea posible para que el paciente tenga la mejor calidad de vida que la enfermedad de Alzheimer le permita. Si esto no se hace así, nada de lo que propongamos servirá.

Salvador Alexander. Terapeuta ocupacional y actor

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