8 claves para combatir la soledad en personas mayores

Una población envejecida

Hoy en día en España tenemos la esperanza de vida más larga de toda la historia. Esto significa que gran parte de la población de los países desarrollados tiene más de 65 años, alcanzando casi los 9 millones de personas, solo en nuestro país.

A pesar de ser una buena noticia a nivel general, esto agrava el problema de la situación de dependencia y la soledad en las personas mayores.

En realidad, la soledad no buscada es un sentimiento muy temido en todas las edades, sin embargo, se acrecenta en la madurez. Esto es debido a la salida de los hijos del hogar, divorcios, defunciones de parejas o familiares y amigos, la falta de nuevas amistades o la jubilación.

Las circunstancias de la vida impulsan un sentimiento de soledad sobrevenido al que muchas veces no sabemos cómo enfrentarnos.

Por otro lado, la sociedad actual es más individualista. El trabajo o las cargas familiares hacen que las familias no puedan visitar u ocuparse de sus mayores tanto como les gustaría. Esto favorece este sentimiento de soledad que, en ocasiones, viene acompañando de un sentimiento de abandono y aislamiento.

La soledad repercute en la salud mental

La soledad no solo provoca una gran tristeza en las personas mayores, sino que, está comprobado que conlleva un deterioro cognitivo.

La tristeza que se experimenta con el sentimiento de soledad disminuye la calidad de vida de las personas. Esto puede conducir a sufrir depresión, ansiedad o un deterioro mental más rápido de lo habitual.

Enfrentarse a la soledad es todo un reto para la sociedad actual, por este motivo está en nuestra mano hacer todo lo necesario para evitarlo.

Consejos para evitar la soledad en personas mayores

1. Mantenter una actividad.

Mantenernos activos es indispensable para evitar el sentimiento de soledad. Tener la mente ocupada y encontrarnos bien físicamente es una de las claves para no sentirnos aislados.

Siempre que se pueda, conviene practicar deporte ligero. Una gimnasia de mantenimiento, donde movilicemos todos nuestros huesos y músculos, dar largos paseos, practicar algunas posturas de yoga o hacer estiramientos harán que nos sintamos mejor con nosotros mismos.

2. Tener hobbies.

Se ha demostrado que tener un hobbie ayuda a mitigar la soledad. Ya sea hacer puzles, tocar un instrumento musical, leer, la jardinería, hacer maquetas... nos ayudará a mantener la mente ocupada y ágil.

3. Aprender cosas nuevas.

¿Quién ha dicho que ahora no es un buen momento para aprender lo que siempre quisiste saber? Ahora tienes el tiempo necesario para poder aprender o conocer aquellas cosas que te quedaron pendientes por hacer en su día.

Es el momento de retomar las lecciones de piano que dejaste a medias, de empezar a ir a clases de pintura, o de apuntarte a esos talleres de horticultura.

4. Viajar.

Siempre que se pueda, hacer pequeños viajes o recorridos es una buena manera de mantenernos activos, vivir nuevas experiencias y conocer gente. Haz viajes a tu medida, no tienen porqué ser ambiciosos: un pueblo cercano, una playa tranquila, una ciudad bonita... cualquier salida de tu entorno habitual es sano para no perderse en la monotonía.

5. Actividades culturales.

Conocer más sobre tu ciudad en un recorrido guiado, visitar un museo, ir al teatro o al cine, son actividades muy gratificantes para cualquiera. Además, tienen la ventaja de que puedes hacerla al ritmo que tú prefieras y no requieren demasiado esfuerzo.

6. Jugar.

Para entretenerse jugando no hay edad. Los juegos de todo tipo, ya sean las cartas, la petanca, las damas, etc., ayudan a tener la mente despierta y en constante funcionamiento, lo que retrasa el envejecimiento cognitivo.

Puedes sumarte a las nuevas generaciones y aprender a jugar con videoconsolas o tablets. En la actualidad existen juegos interactivos muy interesantes para personas mayores que ayudan a tener una mente ágil y mejoran la memoria.

7. Centros de día.

Otra buena opción para eliminar la sensación de soledad es acudir a los centros de día que existen en la mayoría de las localidades españolas. Allí cuentan con muchos servicios para personas mayores como son un salón de peluquería, biblioteca, sala de juegos, o cafetería. Además, podrás conocer y estar en contacto con otras personas que se encuentran en tu misma situación.

8. Déjate ayudar.

En muchas ocasiones nos empeñamos en no aceptar ayuda externa cuando nos la brindan. Consentir que nos puedan ayudar no es un signo de debilidad. Todo el mundo necesita en algún momento de su vida ayuda, como es el caso de las madres primerizas o los adolescentes. Reconocer que nos vendría bien un poco de ayuda para hacer las tareas domésticas, salir a pasear, ir a la compra, o simplemente sentirnos acompañados, puede ser una solución muy eficaz para evitar la soledad y sentirse útil.

En definitiva, el sentimiento de soledad en personas mayores puede tener consecuencias muy negativas, no sólo en el ánimo, sino también a nivel mental. Evitar el degeneramiento prematuro de nuestro cerebro que conduce a la demencia senil, es importante para tener una madurez feliz y activa.

Patricia Fernández
Periodista