7 cosas que deberías saber antes de tu jubilación... ¡y que nadie te contará!

Lo que debes saber antes de jubilarte y nadie te contará

Después de más de 40 o 50 años trabajando, la jubilación supone un remanso de paz y descanso para muchos trabajadores. Sin embargo, es posible que la hayas idealizado y debas poner los pies en el suelo. Para ayudarte, echa un vistazo a estas cosas que debes tener en cuenta antes de jubilarte para no llevarte a engaños.

1. Rescatar tu plan de pensiones supone una retención de parte de tu dinero

Pensar que una vez jubilado, puedes ir a tu banco a sacar el dinero de tu plan de pensiones y disfrutar de él íntegro es un error. Son muchos los jubilados que se llean las manos a la cabeza al darse cuenta de que Hacienda efectuará una retención sobre el plan de pensiones al recuperar tus ahorros. Es más, eludir a Hacienda a la hora de recuperar este dinero no es posible, debes pagar impuestos. 

Si rescatas el dinero de estas formas: todo de golpe o en forma de renta al mes, trimestral o semestral, no tendrás escapatoria, el hachazo de Hacienda te va a enfadar bastante. En estos casos, el dinero ahorrado se considera rentas del trabajo y no del ahorro. rescatas en forma de renta vitalicia, puedes llegar a un acuerdo con tu entidad y estirar ese dinero hasta que se agote, de esta manera, el sobresalto será menor.

2. No verás tanto como quisieras a la familia o a los amigos 

Cuando te jubilas, eres tú quien puede disfrutar de mucho más tiempo libre, sin embargo, gran parte de tu familia mantiene muchas obligaciones y tareas a las que atender. Por lo tanto, pasar más tiempo con la familia no será una realidad. Tampoco lo será ver a esos amigos de la infancia con los que mantenías una distancia, en el día a día las personas terminamos creando obligaciones o rutinas de las que cuesta salir. 

3. No podrás hacer todos los planes que quieres por razones económicas

A partir de la jubilación, los ingresos con los que contarás serán tu pensión + tus ahorros. Esto, en muchos casos no es suficiente. Por lo tanto, te verás ahorrando en la lista de la compra, en el agua, el gas y la electricidad y, por supuesto, en tus salidas. 

Ahora que tienes más tiempo no podrás ver todas las obras de teatro o hacer todas las escapadas que tienes en mente o salir a comer fuera tanto como quisieras por cuestiones económicas. 

4. Los achaques te frenarán más de lo que te gustaría

Aunque hay personas mayores muy activas que pueden realizar caminatas, paseos en bici e incluso participar en maratones; es muy frecuente que los dolores de huesos y articulaciones y otros achaques propios de la edad frenen tus ganas de hacer actividades como subir todos los escalones del Sacre Coeur de París para disfrutar de las visatas, hacer una caminata por la montaña o pases toda la mañana en El Prado disfrutando del arte. Tu mente querrá hacer más de lo que te permitirá tu cuerpo.

5. El tiempo libre no es lo que habías pensado

Puede que te hayas pasado años clamando por tener tiempo libre para hacer mil y una actividades. Sin embargo, una vez que tienes en tu mano todo ese tiempo disponible, quizás la pereza y el aburrimiento y la procrastinación te lleven a no realizar ni un 20% de las mismas. Es posible que otras tareas secundarias y más aburridas como organizar la casa o hacer la compra sean las excusas perfectas para no llevar a cabo lo que es realmente divertido.

6. La soledad puede pesar demasiado

La vida laboral te pone en contacto con personas y te obliga a salir de casa. Sin embargo, la jubilación puede resultar muy solitaria para algunas personas. Como vimos en el punto 2, los demás siguen con sus obligaciones y actividades cotidianas y tú, tanto si tienes pareja como si vives en solitario, puedes llegar a sentirte abandonado/a o incomunicado/a. 

7. La relación de pareja puede resentirse

De igual manera que tras un período vacacional, el número de separaciones aumenta, ante la jubilación, parejas que han pasado muchas horas del día separadas vuelven a encontrarse en un espacio común: la casa. Y, en este espacio, los choques pueden ser más habituales haciendo que la relación de pareja pase momentos delicados.