Aprender a prepararse para la jubilación

Prepararse para vivir una etapa dorada tras la jubilación, saber como cuidarse, como afrontarla psicológicamente y cómo planificar la economía, forma parte de las recomendaciones de Naciones Unidas y la Unión Europea y constituye una parte de las políticas sociales en la mayoría de los países.

Está demostrado que, desde el nacimiento de la preparación de la jubilación en la industria estadounidense allá por los años 40, las personas que siguen los cursos tienen un mejor ajuste y satisfacción con la jubilación. Entre los jubilados "no preparados", sin embargo, parece que se detectan más dificultades de adaptación y mayor insatisfacción con la vida tras el cese de la actividad laboral. Pero a pesar de estos resultados, las cifras de personas que en Europa reciben esta preparación siguen siendo muy bajas. Los expertos aconsejan iniciar la preparación en los cuatro o cinco últimos años de la vida laboral con el objetivo de prevenir los efectos negativos y facilitar el tránsito a la jubilación, adecuando su proyecto de vida a la nueva situación.

Los cursos de preparación para la jubilación suelen adaptarse a las características (profesión, nivel cultural, estado de salud, etc.) de los trabajadores a los que van dirigidos. A través de ellos es posible aprender a hacer frente a los cambios de salud, a las relaciones sociales y a establecer objetivos y metas.

Pese a los resultados positivos que cabe esperar de esta preparación extra para los jubilados, hoy por hoy, son todavía pocas las personas que acuden a estos cursos en nuestro país. Tampoco son numerosas las empresas que, afrontando restructuraciones de plantilla o con plantillas envejecidas, han puesto en marcha iniciativas tendentes a asegurar el bienestar futuro de sus empleados.